Hoy vamos a hablaros de la rinoplastia de preservación (en inglés, preservation rhinoplasty), una novedosa técnica para corregir narices mediante cirugía, de una forma ultraconservadora, es decir, dañando lo menos posible otros tejidos o zonas cercanas sin necesidad.
Este nuevo tipo de rinoplastia está teniendo mucha aceptación, gracias precisamente, al poco daño que origina, ya que precisamente lo que busca es eso.
¿En qué se diferencia de la rinoplastia de preservación de la tradicional o de la rinoplastia ultrasónica estructural?
Básicamente son técnicas distintas.
En la rinoplastia tradicional, se utiliza un martillo, un escoplo y un bisturí para “esculpir” la nariz del paciente. Esto provoca, inevitablemente, que otros tejidos cercanos se vean afectados y provoque hematomas e hinchazón.
Por su parte, la rinoplastia ultrasónica se realiza mediante un instrumentos con tecnología de corte piezoelectrica, un instrumento que permite, mediante vibraciones y ultrasonidos, pulir el hueso de una forma menos invasiva que la técnica anterior, reduciendo considerablemente los tiempos de recuperación y los efectos del post-operatorio, como los moratones, al no verse afectados los tejidos blandos, como los capilares, por ejemplo.
La rinoplastia de preservación viene a revolucionar las cirugías de nariz, ya que es un paso más allá en la lógica de ser conservadores y tocar solo los tejidos que hagan falta sin dañar innecesariamente la nariz.
¿En qué consiste la rinoplastia de preservación?
La rinoplastia de preservación es una técnica aún más conservadora que la rinoplastia ultrasónica. Y gracias a esta nueva cirugía de nariz podemos preservar la anatomía de la nariz lo máximo posible. Pero, ¿en qué consiste la rinoplastia de preservación?
Seguramente ya sabrás que una rinoplastia se realiza mediante la modificación de cartílago y hueso y cuando se modifica el hueso hay que hacer una osteotomía, es decir, hacer una incisión en el hueso para poderlo mover y cambiar de forma la nariz. Normalmente, la osteotomía se hace a la derecha y a la izquierda y también en el dorso. Y aquí es donde radica, precisamente, la principal diferencia. En la rinoplastia de preservación, el dorso de la nariz no se toca.
¿Cómo se realiza entonces la rinoplastia de preservación? ¿Cómo podemos cambiar la forma de la nariz sin romper el hueso por el centro?
Lo que hacemos es eliminar dos pequeños fragmentos de los huesos laterales del tabique (a izquierda y derecha). Cuando quitamos estos elementos el tabique cae y se forma una especie de visagra flexible que permite realizar una rinoplastia segura, más conservadora y con buenos resultados.
Además, esta técnica se puede combinar con la rinoplastia ultrasónica para afinar aún más los resultados consiguiendo una nariz perfecta, gracias al modelaje que permite los ultrasonidos, con una recuperación muy rápida y poca molestia para el paciente.
¿Existen limitaciones a la rinoplastia de preservación?
Desgraciadamente, la respuesta es sí. Esta técnica no está recomendada para todos los pacientes. Por ejemplo, las personas con una asimetría muy marcada, la nariz muy torcida o un caballete muy prominente deben someterse a una rinoplastia abierta (tradicional) o ultrasónica, en caso contrario existe el riesgo de una corrección imperfecta o parcial.
Por tanto, la rinoplastia de preservación es una novedosa y revolucionaria técnica que, si bien está indicada para muchas narices, no para todas.
Si necesitas más información o quieres saber si tu nariz puede corregirse mediante rinoplastia de preservación, ponte en contacto con nosotros, y agenda una cita con el Dr. Perez Villar, uno de los mejores especialistas de rinoplastias que tenemos en Valladolid.
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